Pijoan es una de las vinícolas familiares que surgen con la gran ola del vino mexicano. Creada en 2002 por Pau Pijoan, mexicano de origen catalán hijo de refugiados de la Guerra Civil Española, adoptando lo mejor de dos mundos en gustos y cultura.
Se desempeñó como veterinario e investigador ganadero hasta sus 40’s, cuestionándose en ese momento si realmente estaba haciendo lo que le apasionaba. Y es a esa edad, cuando toma un curso para hacer vino con Hugo D’Acosta… ¿el resto? es historia. Una muy fresca, inspiradora y reconfortante historia que puedes compartir en tu mesa.
El nacimiento de una tradición
Pijoan es sin duda, una de las casas vinícolas consentidas de la región, cada etiqueta es resultado del amor al producto, a la materia prima y al entorno. 15 años de hacer vinos sin químicos añadidos, intentando mantener el ecosistema en balance, siguiendo la tendencia de vinos naturales, vinos honestos como le llaman ellos. Es lo que los ha llevado a a tener presencia en todo México y Estados Unidos, sirviéndose en distintos restaurantes reconocidos poniendo muy en alto el estandarte del vino bajacaliforniano.
Pijoan, una pequeña gran empresa familiar
Pau y las mujeres de su vida (madre, esposa e hijas) están presentes en los nombres de las etiquetas y con un rol específico que desempeñan en eso que comenzó como un pequeño sueño y ahora es un gran negocio familiar: su éxito ha sido resultado de la entrega y consistencia para ofrecernos más que la excelencia en su producto.
En esta visita, nos recibió Silvana, quien se ha involucrado directamente con su padre en el proceso de hacer el vino y buscar todo tipo de mejoras sustentables para la vinícola. Es consciente que es responsabilidad de cada empresa regresarle a la Tierra un poco por los tesoros y oportunidades que nos regala. Silvana también nos presentó su proyecto personal: Árbol de Fuego, un vino rosado increíble.
Los precios de las etiquetas de Pijoan rondan desde los $280 hasta los $800 pesos mexicanos, con envíos a todo el país. Vinos con mucha alma, vinos honestos, que si no has tenido la fortuna de probarlos, te recomendamos no dejar pasar más tiempo y seas parte de la gran experiencia que los envuelve. ¡Gracias por tanto!
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